Hugo B. Margáin nació en la Ciudad de México el 13 de febrero de 1913. En 1937 obtuvo el título de Licenciado en Derecho por la UNAM. En 1951 se le designó Director del Impuesto sobre Ingresos Mercantiles, pasando en 1952 a ocupar la Dirección general del Impuesto sobre la Renta, en la Secretaría de Hacienda. Llegó a esta Secretaría de hacienda a los 57 años de edad, con la madurez propia de la experiencia de quien había transitado por esa casa.

Oficialmente se ha reconocido que fue designado Secretario de Hacienda y Crédito Público el 13 de agosto de 1970 por el presidente Gustavo Díaz Ordaz, y el 1° de diciembre de 1970 fue nombrado titular de la misma Secretaría por el presidente Luis Echeverría, cargo que ocupó hasta el 29 de mayo de 1973.

A partir de su nombramiento comenzó una ardua tarea, como se pudo advertir cuando a unas semanas de su designación, el 28 de septiembre de 1970, se trasladó a la ciudad de Londres, Inglaterra, para inaugurar las oficinas del Banco de Comercio acompañado del director de esa institución, don Miguel Espinosa Yglesias. En aquella ocasión señalo que el estado de desarrollo que había alcanzado México obligaba a la internacionalización de la banca privada, para que en el exterior fuera receptora de préstamos e inversiones, constituyéndose en el medio para colocar valores públicos y privados, así como promover el intercambio comercial. Otra de las actividades importantes durante el gobierno del presidente Díaz Ordaz, fue la inauguración de las instalaciones de la nueva Casa de moneda, en Legaría, que sustituyó a la fundada en 1536, durante la época de la Colonia.

Iniciado el gobierno del licenciado Luis Echeverría, el 18 de diciembre de 1970 se reunió con representantes de diversos sectores sociales, refiriéndose a los momentos en que se encontraba el país:

Desequilibrio presupuestal, creciente endeudamiento en el exterior, desnivel permanente y en aumento de la balanza comercial, junto a otros factores negativos como el contrabando, la alcabala y la corrupción, no podemos aceptar que sea el cuadro sobre el cual se programe una política financiera conveniente.

Consecuentemente, el 27 de diciembre fue en la Cámara de Diputados y en una comparecencia que duró cerca de cuatro horas fijó los puntos primordiales de la política económica:

1. Fomento y diversificación del comercio exterior con la orientación del Instituto Nacional de Comercio Exterior que se pretendía crear.
2. Sano y escrupuloso manejo de las finanzas públicas a nivel de gobierno federal y empresas de participación estatal y descentralizada.
3. Presupuesto equilibrado, con la aplicación de los excedentes en ingresos al impulso de la educación, al bienestar y seguridad social; comunicaciones, abanderando la tesis social de incorporar a los grupos marginados.
4. Mantenimiento de la libertad cambiaria y estabilidad monetaria.
5. Afirmó que no puede sustituir el endeudamiento externo al ahorrro interno. Sólo debe complementarlo para mantener las características de cada crédito.

Con respecto a la política fiscal, Margáin precisó que la rectificación que ahora se trata de dar al desarrollo financiero general, consiste en disminuir el incremento de los endeudamientos del exterior y aumentar el ahorro interno que nos produce enorme cantidad de beneficios, mayor ocupación, mayor producción de bienes y servicios dentro del país y menor dependencia del crédito externo. Vamos a crear nuestro propio ahorro para el beneficio del progreso de México. Estos son los lineamientos generales de la modificación financiera con que se inicia el régimen.