MARIO RAMÓN BETETA
1927 - 2004

Secretario de Hacienda
26 de septiembre de 1975 al 30 de noviembre de 1976
Gobierno de Luis Echeverría Álvarez


Nació en la ciudad de México. Se graduó de abogado por la UNAM el 4 de diciembre de 1948 con la presentación de la tesis La responsabilidad proveniente del acto ilícito; ejerció la docencia en temas económicos, rama que le llamó la atención a grado tal, que obtuvo la maestría en esa área en la Universidad de Wisconsin. Fue profesor en la UNAM y autor de artículos y ensayos como el que publicó el SELA en 1963 titulado Tres aspectos del desarrollo económico de México.

De 1960 a 1963 ocupó diferentes cargos en el Banco de México, habiendo sido designado Director General de Crédito de la Secretaría de Hacienda de 1964, cargo que desempeñó hasta 1970. Acompañó al secretario Ortiz Mena a parís, Francia, en mayo de 1968, para la gestión de algunos créditos; Subsecretario de hacienda de 1970 a 1975, durante la titularidad de los secretarios Margain y López Portillo.

Con cargo de Subsecretario, asistió a la ceremonia de clausura de la Convención nacional Bancaria celebrada en la Ciudad de México el 14 de abril de 1973. Mediante su participación hizo señalamientos importantes, tales como la recomendación para que se produjera una apertura del crédito bancario a sectores que hasta entonces habían tenido que recurrir al agio y la usura, por encontrarse marginados. Sugirió reformas legales para estimular un incipiente mercado de valores, que mediante la recuperación del ahorro, los aplicase al desarrollo de la economía en todo tipo de empresas. Igualmente dio a conocer que se estaba estudiando un sistema de banca múltiple, a efecto de que esas instituciones pudieran realizar diversos tipos de operaciones a través de una sola institución; no dejó de reconocer que la banca privada se había desarrollado de una forma destacada en las últimas décadas, contando entre sus dirigentes a sólidos profesionales del ramo.

El subsecretario Beteta hizo un interesante señalamiento al referirse al momento en que había aparecido la banca mixta. El Estado se había asociado con accionistas particulares comenzando, conjuntamente, a manejar instituciones de crédito que hasta entonces habían sido de carácter privado y por razones circunstanciales no podían proseguir su trabajo sin la intervención del sector gubernamental. Este decidió convertir los pasivos a su favor en capital y quedar asociado con miembros del sector privado. La instituciones resultantes se ajustaron a prácticas financieras sanas, observando normas legales, por lo que verdaderamente competían de manera leal y sin privilegios. Al licenciado Beteta le correspondió advertir en marzo de 1976 que la inflación incidía decisivamente en los cálculos futuros de rentabilidad y alentaba la incertidumbre respecto al comportamiento de las principales alteraciones del sistema económico. Igualmente señaló la importancia de la progresividad en la estructura fiscal, así como la necesidad de robustecer las haciendas públicas de las entidades y sus municipios, promover la participación de los trabajadores en las utilidades de las empresas y reducir la evasión fiscal a través del mejoramiento de la administración tributaria, para lo que resultaba fundamental la desconcentración.

En el curso de su gestión se creó el Programa de Inversiones Púbicas para el Desarrollo Rural, cuya intención era mejorar las condiciones de vida de las pequeñas comunidades del campo, asegurando un trato correcto en los esquemas de intercambio. A finales de sexenio, es decir, en 1976, el presidente Echeverría, señaló, en cuanto al capítulo económico se refería, que la flotación regulada y temporal del tipo de cambio se apoyaría en decisiones básicas, tales como la recuperación de la capacidad competitiva de nuestras exportaciones de bienes y servicios, la protección del poder adquisitivo, la lucha contra lucros indebidos, el cuidado de la salud financiera de las empresas, el control del déficit público y la regulación del crecimiento crediticio.

Posteriormente fue designado presidente del grupo SOMEX, de 1977 a 1982, y más adelante director de PEMEX, de 1982 a 1987. Gobernador del Estado de México de 1987 a 1989. Así como Director General de COMERMEX de 1989 a 1991, año en que fue designado Director General de FONATUR. Con Mario Ramón Beteta Monsalve se inició una generación de hacendistas que, titulados en México, tuvieron estudios de especialización en instituciones universitarias del extranjero.

Cuando llegó el momento de ocupar la Secretaría de Hacienda, lo hizo contando con el beneplácito de su antecesor. Al licenciado Beteta le correspondió advertir en marzo de 1976 que la inflación incidía decisivamente n los cálculos futuros de rentabilidad y alentaba la incertidumbre respecto al comportamiento de las principales alteraciones del sistema económico. Igualmente señaló la importancia de la progresividad en la estructura fiscal, así como o la necesidad de robustecer las hacienda públicas de las entidades y sus municipios, promover la participación de los trabajadores en las utilidades de las empresas y reducir la evasión fiscal a través del mejoramiento de la administración tributaria, para lo que resultaba fundamental la desconcentración.