LOS SECRETARIOS DE HACIENDA 1821-1911

Durante los dos primeros decenios de la vida independiente se transitó de la Real Hacienda a una Hacienda Nacional, conservando gran parte de las funciones y estructura del antiguo sistema colonial. Los desajustes que surgieron entre ambos órdenes no pudieron ser corregidos en los años posteriores, la desintegración de fuentes de recaudación y la duplicidad de funciones, se acompañaron del endeudamiento progresivo que resultaba de los constantes reclamos del gasto público urgido por solventar tanto los gastos de las guerras internas y externas, como por cumplir con el servicio de la deuda.

Los secretarios de Hacienda iniciaron su aprendizaje financiero y contable desde su actividad mercantil particular, la cual explica por qué más de una decena de éstos eran originarios de Veracruz, plaza poseedora de gran liquidez, detentada por sus comerciantes, y en ocasiones baluarte de la Tesorería de la Federación. De ahí la importancia de hombres como Esteva, Trigueros o González Echeverría, poseedores de una amplia red de relaciones internas y externas, tanto por intereses y alianza mercantiles como por lazos familiares, lo que deja entrever las estrechas ligas que hubo entre el mundo de los negocios y la burocracia.

Las reformas económicas del liberalismo de la segunda mitad del siglo XIX, no obstante la sucesión de la guerra civil de Reforma y contra la intervención extranjera, plantearon medidas de largo plazo para hacer frente a la crisis crediticia y rentística padecida desde la consumación de la Independencia. La recuperación del crédito internacional, los avances en la reordenación administrativa y los cambios en materia fiscal que acompañaron al crecimiento económico, se reflejaron en una situación de bonanza para el erario público, que habría de interrumpirse durante el primer decenio del siglo XX.

Los hombres de la década de la Reforma diseñaron y proyectaron el cambio de las prácticas hacendarias, pero éstas no tuvieron éxito de inmediato. Todos ellos tuvieron como rasgo común su filiación ideológica, pero sobre todo su creciente profesionalización, ya que su escuela fue, por una parte su propia experiencia en la Hacienda pública, a la que se incorporaron como meritorios desde su juventud y, por otra, los conocimientos que adquirieron posteriormente, reforzados durante su desempeño en las comisiones legislativas. Varios de ellos, como Manuel Payno, Guillermo Prieto, Matías Romero y más tarde Manuel Dublán y José Yves Limantour, así como los secretarios que ocuparon la cartera en el siglo XX, destacaron por su carácter técnico.

Reflejo de la inestabilidad política y económica que vivió México durante ese largo periodo, fue el cambio constante de los funcionarios de alto nivel a cargo del gobierno. El caso de los ministros de Hacienda no fue la excepción. Entre 1821 y 1891 hubo 106 secretarios a cargo de esta cartera. A diferencia de lo ocurrido en las décadas anteriores, el fin del siglo XIX se reconoce como la etapa constructiva de la Hacienda pública moderna. En el logro de la modernización hacendaria influyó favorablemente la estabilidad de los secretarios de Hacienda, cuyo mejor ejemplo fue José Yves Limantour, que permaneció en el gabinete porfiriano por cerca de 18 años. La estabilidad en el cargo fue determinante en el diseño y ejecución de las políticas económicas de mediano y largo plazo, que hasta entonces parecían imposibles, dada la corta permanencia de los secretarios del periodo anterior.


Ver Secretarios
Regresar