ANTONIO DE MEDINA Y MIRANDA 1
1771 - 1827

Secretario de Hacienda
1° de julio de 1822 a 1° de abril de 1823
Gobierno de Agustín de Iturbide



Originario del puerto de Veracruz. En la adolescencia ingresó en la Marina Real novohispana, y más tarde fue admitido como supernumerario en la Secretaría de Cámara del Virreinato, órgano administrativo de apoyo a las funciones de los virreyes. En 1806 fue nombrado contador de la Caja Real en Mineral de Rosario (Sonora); en 1815 fue promovido al rango de Contador General de la Caja de Guadalajara en la provincia de Nueva Galicia, donde también fue Vocal y Secretario de la recién creada Junta de Arbitrios de esa ciudad. Elaboró un proyecto de tarifas aduanales, tras lo cual el virrey Juan Ruíz de Apodaca le nombró Contador General de la Dirección de Egresos y en la Comisaría de artillería. La experiencia militar y hacendaria acumulada durante los años de la guerra de independencia fueron fundamentales para las tareas posteriores, que comenzaron durante la última administración virreinal en el cargo de Comisario de Guerra encargado del despacho de Cuenta y Razón, receptor de todos los ingresos provinciales.

Al consumarse la Independencia, la Junta Nacional Instituyente le nombró Secretario de Guerra y Marina, cargo que dejó por órdenes del emperador Agustín de Iturbide para organizar los diversos ramos de la Hacienda pública, tarea en la que se mantuvo nueve meses hasta una semana después de la abdicación de Iturbide. Fue llamado al cargo con el propósito de corregir el déficit presupuestal acumulado por más de una década y el desorden administrativo que padeció el nuevo estado independiente, agravado por la parálisis productiva que “…cegó todas las fuentes de la riqueza pública y auxilios del erario, los que le fueron dejando de acudir con asombrosa rapidez hasta llegar a darle escasas gotas.”

Al respecto, Antonio de Medina explica en su Memoria sobre la urgencia de introducir diversas medidas, como la reorganización de las tesorerías provinciales a las que se facultó solamente como receptores de ingresos, privándolas del privilegio para realizar gastos. Con el propósito de controlar el funcionamiento de estas oficinas, Medina ordenó que los encargados de las mismas le hicieran mensualmente entrega del monto total de sus ingresos y gastos en sueldo. Con motivo de los compromisos aceptados por la Junta Nacional Instituyente con la junta de acreedores, Antonio de Medina suspendió el pago del préstamo aprobado durante los años del gobierno provisional de Iturbide cubierto con recursos del Tribunal de la Inquisición y del Fondo de Californias, para poder disponer de estos recursos. Además propuso la venta de las fincas de Temporalidades para el pago de las tropas y los onerosos gastos del Imperio, a lo que también se destinaron los recursos de un préstamo respaldado con la renta del tabaco. La cuantía en los gastos militares y de pompa del emperador no sólo imposibilitó corregir el déficit sino que provocó la falta de liquidez de la Tesorería, situación que intentó corregir con la emisión de papel moneda para el pago militar y administrativo. Esto resultó un fracaso ante la desconfianza y oposición creciente de la élite de la ciudad de México y la creciente reacción de las provincias que terminaron con la renuncia de Iturbide, tras el levantamiento del Plan de Casa Mata de febrero de 1823, a favor del régimen republicano y federal.

Al dejar el cargo, Antonio de Medina regresó a formar parte del cuerpo de la Secretaría de Guerra y Marina y del Senado en la primera República Federal.

Falleció en la ciudad de México el 29 de julio de 1827.

1 Su papel en la Secretaria en Carlos Rodríguez Venegas “ Las políticas ministeriales durante la Regencia y el Imperio” en Leonor Ludlow (coord), Los secretarios de Hacienda y sus proyecto (1821-1933), México, Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Nacional Autónoma de México, 2002, p. 39-46. 
2 Exposición al Soberano Congreso mexicano sobre el estado de la Hacienda Pública y conducta del ciudadano Antonio de Medina en el tiempo que fue a su cargo el ministerio. México, Imprenta del Águila, dirigida por José Ximeno, 1823, 66 pp
3 Rafael Pérez Maldonado, Memoria que el Ministro de Hacienda presenta al Soberano Congreso sobre el estado del erario. México, en la Oficina de D. Alejandro Valdés, Impresor de Cámara del Imperio, 1822, 22 p.