ANTONIO CARRILLO FLORES
1909 - 1986
Secretario de Hacienda
1° de diciembre de 1952 al 30 de noviembre de 1958
Gobierno de Adolfo Ruiz Cortínez
Nació en Coyoacán, Distrito Federal, el 23 de junio de 1909. Obtuvo el título de abogado en 1929, por la Escuela Nacional de Jurisprudencia.
Antonio Carrillo Flores fue seleccionado para implementar la estrategia económica correspondiente al periodo del presidente Adolfo Ruiz Cortines. Fue Secretario de Hacienda del 1º. De diciembre de 1952 al 30 de noviembre de 1958.
Antes de llegar a la Secretaría había desempeñado el cargo de Director General de Nacional Financiera. Conocía de cerca las complicaciones y avances del ramo, pero desde luego que ninguna de las circunstancia en que había intervenido era igual a las que enfrentaba como Secretario. Fue así como se vio en la necesidad de dar la cara frente al violente descenso que sufría el ingreso real del país, y que había venido presentándose a partir de 1939, a raíz del inicio de la Segunda Guerra Mundial, habiéndose elevado hasta el 6.2% en 1951, para derrumbarse al año siguiente al 1.4$. Al mismo tiempo, la economía nacional se veía afectada por problemas internacionales, tales como el conflicto bélico en Corea, que provocaba una mayor inflación y un proceso económico acelerado.
Desde entonces, el tránsito de un gobierno a otro provocó reacciones e inquietudes financieras: una dañina, según lo expresó el propio presidente Ruiz Cortines en su 1er. Informe del 1º. De septiembre de 1953. En esta ocasión, el representante del Ejecutivo también señaló el problema de la circulación monetaria como principal obstáculo para el impulso de la producción rural, y alivió la incertidumbre señalando que se acudiría a los préstamos del exterior únicamente por exigencias financieras y, en su caso, para ser utilizados en beneficio colectivo; con ello se pretendía defender la reserva monetaria. Igualmente se promovió una reforma fiscal para conseguir un mejor tratamiento de las utilidades que se reinvirtieran.
Las acciones tendiente al desarrollo económico se concretaron en la medida de lo indispensable y la balanza comercial comenzó a fracturarse con saldos contrarios en dólares. En abril de 1954 se vino encima la devaluación del peso frente al dólar, surgiendo la necesidad de modificar la actividad económica nacional reanudaba su crecimiento; en el mismo mes se disolvió el comité Internacional de Banqueros, institución que durante los últimos 32 años había tenido notable intervención en la cuestión relativa a la deuda exterior de nuestro país.
Para Antonio Carrillo Flores, 1954, fue un año terrible dentro su gestión y así lo expresó antes de la devaluación del peso: “Qué desagradable es ser ministro”, Los problemas sobre el carácter cambiario de la moneda nacional abundaban en su mente desde septiembre de 1953 y a principios de 1954 seguramente los rumores comentarios lo fueron inquietando más y más, hasta que el 17 de abril de 1954, memorable sábado de Gloria, él mismo entregó a los periodistas el boletín de prensa en que se fijaba la paridad en 12.50 pesos por dólar. Esta medida afectó su imagen pública a tal grado, que se vio en la necesidad de pedir su remoción hacia la Suprema corte de Justifica, Sin embargo, poco a poco fue salvando los obstáculos financieros, fue recobrando el ánimo y prosiguió en las tareas hacendarias, consiguiendo cierta recuperación económica y un avance en las faenas agrícolas e industriales.
Desde los primeros días de 1954 las autoridades hacendarias tenían que enfrentar el problema del establecimiento de un tipo de cambio monetario más o menos sostenible mientras, al mismo tiempo, había indicadores de un año recesivo. Fue así que se creyó conveniente estimular la economía, es decir, tratar de promover la expansión de las finanzas nacionales mediante la modificación del tipo de cambio. La estrategia se planeó con discreción sigilo, siendo pocos los enterados. Previamente los comentarios tuvieron la característica de ser optimistas: una devaluación abrupta era considerada poco probable. Pero aquel 17 de abril de 1954 el peso pasó a cotizarse de 8.50 a 12.50 pesos por dólar. La gestión de Carrillo Flores finalizó conforme al señalamiento hecho por el presidente el 1º. De septiembre de 1958, en el sentido de que se habían podido sortear las dificultades sexenales y que debido a la recuperación monetaria, la próxima administración gubernamental podría iniciar sus funciones con un volumen mayor de recursos cambiarios que administraciones anteriores.