ALBERTO J. PANI ARTEAGA Y TERÁN
1878 – 1955

Secretario de Hacienda
26 de septiembre de 1923 al 30 de noviembre de 1924
Gobierno de Álvaro Obregón
1° de diciembre de 1924 al 28 de enero de 1927
Gobierno de Plutarco Elías Calles
26 de febrero al 4 de septiembre de 1932
Gobierno de Pascual Ortiz Rubio
4 de septiembre de 1932 al 28 de septiembre de 1933
Gobierno de Abelardo L. Rodríguez

Nació en la ciudad de Aguascalientes el 12 de junio de 1878, en donde cursó los primeros años de su educación, hasta la preparatoria en el Instituto Científico y Literario, en la Ciudad de México principio estudios de medicina, los que a poco cambió por los de ingeniería civil, habiendo presentado examen profesional en 1902.

Se distinguió en el ejercicio profesional, perteneciendo a la comisión encargada de construir el Palacio Legislativo Federal y la comisión técnica de las obras de provisión de agua potable para la Ciudad de México. Autor del proyecto del edifico de la planta de bombeo de Nativitas; igualmente construyó el sistema de la Condesa en Tacubaya. Proyectó sus conocimientos profesionales hacia la actividad catedrática, habiendo sido profesor en la Escuela Nacional de Ingenieros de la materia Vías Fluviales y Obras Hidráulicas.

Alberto J. Pani se hizo cargo de la cartera de Hacienda en septiembre de 1923 y continuó con este encargo durante el gobierno de Plutarco Elías Calles hasta su renuncia en 1927. Durante su paso por las oficinas de Palacio Nacional, Pani logró fundar el Banco de México gracias a los presupuestos superavitarios de 1924 y 1925 y a los ahorros generados por la suspensión del pago de la deuda externa decretada en 1924.también abrió sus puertas el Banco de Nacional de Crédito Agrícola, dedicado a financiar la agricultura minifundista y ejidal, si bien sus créditos favorecieron principalmente a la primera. También fundó la Dirección de Pensiones Civiles de Retiro, que estableció el ahorro forzoso de los empleados públicos para formar un fondo de retiro, proporcionar créditos a corto plazo y a la vivienda. Realizó importantes reformas bancarias al convocar a la Primera Convención Nacional Bancaria que se dio a la tarea de proponer la legislación de la materia. Se dictó la Ley General de Instituciones de Crédito, en 1925, y otras relacionadas con esta actividad. Asimismo firmó convenios de deuda con buena parte de los antiguos bancos de emisión.

En lo referente a la deuda externa Pani realizó una renegociación en 1925, después de la suspensión decretada el año anterior. La Enmienda Pani Lamont logró reducir el monto de los adeudos, gracias a que desvinculó la deuda ferroviaria de la deuda pública externa, aunque se incluyó la derivada de la Caja de Préstamos para Obras de Irrigación y Fomento de la Agricultura. No obstante, el gobierno suspendió de nueva cuenta el pago en 1927.

En materia fiscal estableció de manera definitiva el impuesto sobre la renta en 1924 y gracias a los ahorros derivados de un manejo draconiano del presupuesto se realizaron importantes inversiones en proyectos de irrigación y carreteras. Durante su primer periodo al frente de la Secretaría de Hacienda, Pani se mantuvo dentro de la ortodoxia económica, es decir trató de equilibrar el presupuesto y de reducir el déficit fiscal. Puso en marcha medidas procíclicas para conseguirlo con el consiguiente costo social derivado del despido de empleados públicos, y la rebaja y retardo en el pago de sus salarios. La administración no podía echar mano de la emisión de billetes para financiar su gasto debido a que apenas se estaba cimentando la confianza pública en el papel moneda emitido por el Banco de México.

Un problema muy serio que enfrentó Pani fue el de la circulación monetaria. Debido a que México mantenía oficialmente el patrón oro, aunque la moneda de plata operaba como signo fiduciario, la circulación se vio afectada por la caída del precio de la plata y el exceso en la acuñación de metal blanco, la cual tenía que pagar un premio por su cambio en oro que llegó a fluctuar entre un cinco y un diez por ciento entre 1926 y 1927. Las críticas que se generaron en los medios financieros por este problema lo condujeron a renunciar en 1927.

En 1932, luego de la renuncia de Luis Montes de Oca a la Secretaría de Hacienda, Alberto J. Pani nuevamente se hizo cargo del ramo, pero esta vez enfrentaría los retos financieros con medidas alternativas alejadas de la ortodoxia económica. En cuanto a la circulación tomó medidas expansionistas que alcanzaron éxito por el contexto creado por la crisis mundial, aumentando la emisión de monedas de plata y de billetes del banco central, convertibles en plata. Se reorganizó el Banco de México en 1932 decretando la asociación obligatoria de los bancos a esta institución y amplió sus actividades de redescuento con los bancos privados. Asimismo se plantearon presupuestos con pequeños déficits con objeto de estimular el crecimiento económico y salir de la crisis. Por primera vez el gobierno mexicano optó por una moderada política contra cíclica, adoptando las recetas keynesianas que habían de jugar un papel tan importante para reactivar la economía mundial más avanzada la década del treinta. Estas medidas, sumadas a la revaluación de la plata, permitieron que México se recuperara de la crisis hacia 1932. En septiembre de 1933, Pani renunció por segunda vez a la titularidad de Hacienda.

Se dedicó a la vida privada, pero todavía intervino en la dirección de las obras del Palacio de Bellas Artes, el que fue inaugurado en 1934. Retirado en 1952, Alberto J. Pani Arteaga y Terán falleció en la capital de la República el 25 de agosto de 1955.