MATÍAS ROMERO AVENDAÑO
1837 - 1898

Secretario de Hacienda
1868 - 1872
Gobierno de Benito Juárez
1877 - 1879
Gobierno de Sebastián Lerdo de Tejada
1892 - 1893
Gobierno de Porfirio Díaz



Nació en la ciudad de Oaxaca el 24 de febrero de 1837. Realizó sus primeros estudios en su tierra natal y posteriormente, en 1855, llegó con una recomendación para el presidente Juárez a la ciudad de México. Ingresó a la Secretaría de Relaciones Exteriores, colaboró con el gobierno durante la Guerra de Reforma y en diciembre de 1859 se fue a los Estados Unidos para trabajar en la legación de México, a cuyo cargo quedó a partir de 1860, permaneciendo en él hasta abril de 1863. Viajó a México y se incorporó al ejército de Porfirio Díaz para combatir la Intervención.

Autor de numerosos artículos y estudios. Constante promotor de la economía nacional, viajó por varios lugares de la República. Fue Administrador General de Correos y puso en marcha numerosos proyectos personales. La gestión de Matías Romero al frente de Secretaría de Hacienda durante tres distintos periodos (1868-1872, 1877-1879, 1892-1893) nos ofrece, la posibilidad de examinar la forma en que se enfrentaron y resolvieron los problemas de corto plazo durante coyunturas económicas muy críticas. Asimismo, es posible identificar las características del proyecto hacendario de largo plazo que fue construyéndose.

A su llegada a la Secretaría de Hacienda en enero de 1868, Romero se propuso resolver los problemas más urgentes pues un plan de reforma requería de experiencia: “por ahora, sólo procuraré cuidar, con el mayor empeño, que se recauden todas las rentas de la Federación y que se distribuyan con equidad y pureza”.1 Con la disciplina y rigurosa dedicación que caracterizaron siempre las tareas públicas de Romero, como ministro de Hacienda, logró en pocos meses no sólo dar respuesta a los asuntos de corto plazo sino también elaborar un plan de reforma hacendaria. En 1869, Romero presentó un conjunto de reformas cuyo objetivo principal era el de mejorar la captación de recursos e impulsar el desarrollo económico en el largo plazo. Aunque Romero no logró materializar su plan por completo, algunas de las reformas planteadas fueron introducidas parcialmente en el transcurso de las tres décadas siguientes. A su regreso a la Secretaría de Hacienda en dos ocasiones más y durante su labor diplomática en los Estados Unidos, Romero tuvo oportunidad de señalar la necesidad de reformar la Hacienda pública, de manera que la estructura fiscal fuese compatible con los cambios económicos y políticos desencadenados en las tres últimas décadas del siglo XIX.

Conviene advertir que en la penúltima etapa, su gestión provocó discusiones en los medios informativos, pues el Secretario dio a conocer su intención de establecer un sistema bancario que respondiera al ajuste de la deuda pública. Pero no fue su momento. El asunto de los bancos se consolidó hasta 1890, atribuyéndosele el mérito a José Yves Limantour. A partir de 1880 estuvo en Estados Unidos, siendo considerado como un experimentado diplomático de estilo y carácter. Regresó a la Secretaría de Hacienda en mayo de 1893, para posteriormente volver a los Estados Unidos, donde falleció el 30 de diciembre de 1898.

1 Archivo Matías Romero, doc. N. 219