Yucateco de origen, estudió en el Seminario Conciliar de San Ildefonso en Mérida (1807). Antes de incorporarse a la vida política se dedicó a las labores agrícolas y mercantiles en esa ciudad. Inició su vida política en su Estado natal participando activamente el movimiento de Independencia. En 1820 fue electo diputado a las Cortes de Cádiz, en las que tuvo una modesta participación pues una enfermedad que lo aquejaba lo hizo volver a Nueva España. Independizado el país, durante el imperio de Agustín de Iturbide, regresó a la actividad parlamentaria como miembro de la Comisión de Hacienda en el primer Congreso Constituyente de 1822. También participó como diputado en el Congreso Constituyente de 1824, del que posteriormente fue su presidente. En estos dos congresos se distinguió como portavoz de los sectores radicales, ligados a la logia masónica de los yorquinos, a quienes además les dio voz en el influyente periódico El Águila Mexicana, fundado por él mismo. Durante esos años se destacó como uno de los más firmes impulsores del establecimiento de nuevos impuestos. En el Congreso defendió la idea de un régimen equitativo basado en la contribución directa, lo que provocó una fuerte reacción en su contra.

Fue electo senador y primer gobernador del Estado de México, antes de tomar parte del motín de la Acordada (1828) que llevó a Vicente Guerrero al poder. Durante su paso por la gubernatura del Estado de México defendió las posturas federalistas de fundar un nuevo régimen impositivo sustentado en las contribuciones directas que terminasen con el sistema colonial, por lo que abolió el estanco del tabaco.

Al tomar el mando en la Secretaría de Hacienda, el 18 de abril de 1829, presentó un informe al Congreso en el que daba cuenta del mal estado de la Hacienda pública, resultado del peso de la deuda inglesa y del incumplimiento del pago del contingente por parte de los estados, además del desorden administrativo que imperaba. Motivo por el cual pidió al Congreso le diese plenas facultades para corregir esta situación. Entre las medidas empleadas, destacó la implementación de una radical política proteccionista en el ramo del algodón, por lo que su importación fue prohibida, a ello siguió proyecto de contribución directa a los propietarios de mayores ingresos como los del pulque e ingenios azucareros. Asimismo, intentó gravar las rentas independientemente de su origen, impuesto que debía fundarse diferenciadamente en la riqueza.

Fue el primer Secretario de Hacienda del México post-independiente en aplicar reformas fiscales. Estas despertaron la oposición de los estados sobre quienes pesaba la propuesta de que la federación cobrase directamente las contribuciones sin su intermediación. También estaban en su contra los grupos pudientes de propietarios agrícolas, comerciantes y manufactureros por los gravámenes a que fueron sujetos.

La invasión española dirigida por el General Isidro Barradas profundizó el descontento social y político, en la medida que se aplicaron nuevos impuestos para hacer frente a esta guerra, además de la solicitud de un nuevo préstamo y de la reducción de sueldos a los empleados públicos. Provisto de facultades extraordinarias, el gobierno de Guerrero introdujo una ley sobre la formación de un fondo para los gastos bélicos, por la cual quedaban obligados a pagar el diez por ciento del monto de arrendamiento todas las fincas rústicas y urbanas, además de las cuotas que debían entregar los propietarios de coches y calesas, del pago de patente entre los profesionistas y de la cooperación de los empleados públicos, así como de la exigencia de entregar a la Federación la mitad de los recursos de las haciendas provinciales. Iniciativas que despertaron la oposición de amplios sectores, lo que le obligó a dimitir y salir por unos años a Europa para regresar a la gubernatura del Estado de México, donde reorganizó la Hacienda pública.

Fue nuevamente electo diputado por Yucatán y apoyó la separación de Texas, donde tenía importantes propiedades, motivo por el cual perdió la nacionalidad mexicana. No escribió ninguna Memoria de la Secretaría, pero escribió diversos textos sobre temas hacendarios referentes tanto a la federación como al Estado de México1 , además de otros reconocidos trabajos históricos. 2.

1 Varios de ellos están incluidos en el volumen Obras publicado por la editorial Porrúa. Otros son el Manifiesto del gobernador del Estado de México. Tlalpan, Imprenta del Gobierno, 1829; Memoria del gobierno el Estado de México. Toluca, Imprenta del Gobierno, 1827; Memoria del Estado de México presentada el 20 de marzo de 1829. México, Imprenta del Gobierno, 1829.

2 Ensayo Histórico de la Revoluciones de México, desde 1803 hasta 1830,  y  Viaje  a los Estados-Unidos del Norte de América